Libros para un verano inquieto
Gerardo Jara, de La Inquieta Librería, recomienda los mejores libros para estas últimas semanas de verano.
El verano tiene muchas formas, pero la lectura siempre será una buena manera de disfrutar el tiempo libre. Ya sea para quienes aprovechan los días de vacaciones para ponerse al día en sus libros de pendientes, o para aquellos buscan escapar de la rutina de la ciudad con cada página, no hay mejor forma de capear el calor que un buen libro.
Bien lo sabe Gerardo Jara, dueño de La Inquieta Librería, a quien le pedimos que preparara una selección especial de libros para este febrero en L’OFFICIEL CHILE. “No solo quería pensar en el sol y el calor, sino que quería recomendar lecturas para relajarse, distenderse, despreocuparse, disfrutar la noche veraniega, salir con los amigos… Por ahí va un poco la cosa”, explica.
A continuación te dejamos sus elegidos.
“Una buena idea podría ser leer No leer del chileno Alejandro Zambra, ya que son distintas crónicas, relatos y críticas de libros. Son breves; entonces, si estás caminando de un lado a otro o en trayecto, dos o tres páginas de estos maravillosos textos de Alejandro te sirven para ese camino”.
“Como el verano también significa jardín, verde, naturaleza, una buena idea puede ser El gran jardín de Lola Randl, que trata de una mujer y su familia, quienes deciden irse de Berlín para asentarse en un campo. Es un diario de cómo se está cultivando esta familia en un nuevo contexto, pero también de la madre haciendo crecer este jardín que, podríamos pensar, también es su vida”.
“Si las vacaciones no están saliendo tan bien, una buena novela para acompañar esa tragedia es Poste Restante de Cynthia Rimsky, una gran escritora chilena que en este libro se propone hacer un gran viaje para responder un montón de preguntas pero que, al final, no le termina resultando demasiado bien. No es libro negativo, pero sí es un gran alivio ante los viajes que fracasan”.
“Las buenas vacaciones no son solamente alejarse del trabajo y las obligaciones, sino que también podríamos llevar eso a la literatura: alejarnos de cosas tan cabezonas o tan grandes. En este caso, yo recomendaría Esa gente que no conocemos de Lydia Davis, alguien que puede tomarse en broma a sí misma como también al acto de escribir”.
“Sin embargo, no todos tenemos patio ni jardín ni naturaleza. Muchos también nos quedamos en la ciudad, y creo que un buen libro que representa bien ese ánimo de noches calurosas de verano, pero también de paseos por la ciudad con amigos o incluso de enamorarse por estas fechas, es Lunch Poems de Frank O’Hara, un excelente poeta norteamericano”.
“Una muy, muy, muy buena novela es Léxico familiar de Natalia Ginzburg, que estaba un poco agotada, era difícil de encontrar en las librerías, pero ahora se está re-imprimiendo su obra así que a leerla y celebrarla, porque para mí, es una de mis favoritas”.