Dirty Looks
En los años 80 surgió la estética sucia como rebelión a las nociones clásicas de lujo y refifinamiento. Vivienne Westwood y Malcolm McLaren hicieron su aporte a este concepto que encuentra la belleza en la
imperfección, la asimetría y la transitoriedad. Actualmente, diseñadores como Robert Wun han propuesto, por ejemplo, un vestido de noche manchado de vino y un conjunto de seda amarillo quemado. La exposición Dirty Looks: Desire and Decay in Fashion, en el Barbican de Londres, recoge esta vertiente de la moda.