M&aacute;s visual que funcional, el cintur&oacute;n es el accesorio imprescindible a la hora de elevar un look.&nbsp;

Es bien sabido: el cintur&oacute;n es ante todo un accesorio &mdash;no una necesidad&mdash;, que se lleva m&aacute;s por estilo que para sujetar la ropa. Pero aun as&iacute;, al ser fabricados en una multitud de materiales (cuero, tela, metal, etc.) y estilos (estrechos, anchos, adornados o sencillos), los cinturones siguen confirmando su pertinencia en nuestro vestuario y dominando las pasarelas.
<h3 style="text-align: justify;">De necesario a suntuario</h3>
Sus lejanos or&iacute;genes no pueden haber sido m&aacute;s utilitarios. En la Edad de Bronce (entre 2100 y 750 AC) era usado por los homo sapiens para sujetar al cuerpo las pieles de animales con que se cubr&iacute;an. Las pruebas arqueol&oacute;gicas indican que los primeros cinturones eran tiras de cuero que a menudo se decoraban con dibujos o bordados representando animales en combate.

En la Antig&uuml;edad, los egipcios los llevaban de tela mientras que los griegos optaban por los de cuero, pero siempre con un objetivo funcional, es decir para mantener la ropa en su sitio. El cintur&oacute;n (cingulum) formaba parte del equipo militar del soldado romano, y serv&iacute;a para ce&ntilde;ir su t&uacute;nica, portar su arma, y se compon&iacute;a de placas met&aacute;licas y ornamentos, as&iacute; como de un "delantal" que proteg&iacute;a sus atributos varoniles.

En la Edad Media los artesanos enganchaban a su cintur&oacute;n de cuero las herramientas &uacute;tiles para su oficio y la comida del d&iacute;a. Las personas pudientes colgaban de su cintur&oacute;n monederos con dinero y objetos de valor y a menudo una daga delicadamente decorada. Los religiosos suspend&iacute;an limosneras de sus cinturones y los de los soldados y caballeros eran suficientemente resistentes para transportar sus armas, por cierto muy pesadas. Pero, inevitablemente comenzaron a convertirse en s&iacute;mbolos de estatus y riqueza en funci&oacute;n de los materiales y de su ornamentaci&oacute;n.
Los cinturones de las mujeres pod&iacute;an estar delicadamente bordados, con incrustaciones de piedras o grabados de los que colgaban monederos, frascos de perfume o ung&uuml;ento y amuletos de la suerte. Curiosamente, hasta el siglo XV, las hebillas siguieron siendo patrimonio exclusivo de los ricos, hasta que la mejora de las t&eacute;cnicas de fabricaci&oacute;n facilit&oacute; la producci&oacute;n de un art&iacute;culo menos costoso y accesible al gran p&uacute;blico. En el Renacimiento, a menudo los cinturones se adornaban con piedras y metales preciosos y las hebillas y broches se hicieron a&uacute;n m&aacute;s elaborados. En el siglo XVIII, los cinturones de colores vivos y profusamente adornados, a menudo entrecruzados con hilos met&aacute;licos, eran parte esencial del traje masculino.

Si bien los cinturones para mujeres Art Nouveau de fines del siglo XIX son hoy en d&iacute;a verdaderos objetos de colecci&oacute;n, con la Revoluci&oacute;n Industrial el cintur&oacute;n se democratiz&oacute; y aunque continu&oacute; a ser muy &uacute;til para sujetar los pantalones, se convirti&oacute; en un accesorio de moda. Fue en esa &eacute;poca cuando el cintur&oacute;n comenz&oacute; a llevarse para &ldquo;completar&rdquo; un atuendo.
<h3>Adaptable y cambiante, siempre est&aacute; all&iacute;</h3>
Con el tiempo, a medida que la moda evolucionaba de prendas funcionales a estilos m&aacute;s expresivos y variados, el cintur&oacute;n siempre supo adaptarse y encontrar su lugar. En los a&ntilde;os 20 se introdujo la tendencia gar&ccedil;onne, caracterizada por prendas holgadas con cinturones a la altura de la cadera que contribu&iacute;a a un look andr&oacute;gino. En los a&ntilde;os 50, bien ajustados a la cintura, eran un complemento esencial de los vestidos entallados y las polleras plisadas. En los 60 los cinturones anchos hac&iacute;an furor, en la d&eacute;cada del 70 llegaron a ser super finitos y en los a&ntilde;os 80, los m&uacute;sicos punk y rock llevaban cinturones de cuero con tachuelas, una tendencia que sigui&oacute; influyendo en la moda en las d&eacute;cadas posteriores.

<h3>Distintos tipos de cintur&oacute;n</h3>
Hoy en d&iacute;a, las mujeres no llevan el cintur&oacute;n para mantener la ropa en su sitio sino para a&ntilde;adir brillo a sus conjuntos. Disponible en una gran variedad de estilos, materiales y colores, ofrece una infinidad de opciones para personalizar un look. &Eacute;stos son algunos de ellos.
De hebilla b&aacute;sico: el m&aacute;s cl&aacute;sico, el m&aacute;s bonito y el m&aacute;s aut&eacute;ntico. Puede ser de cuero o de tela. Suele ser lo bastante fino para pasar por las trabillas de los pantalones y ce&ntilde;irlos alrededor la cintura o de las caderas, seg&uacute;n el corte del pantal&oacute;n.
Fino: perfecto para las mujeres bajitas, ya que estiliza la cintura y aporta un aspecto superdelgado e ideal para contrastar un atuendo. Por ejemplo, quedan muy bien con pantalones cigarette o con una camisa ancha.
Ancho: mientras que el cintur&oacute;n b&aacute;sico se utiliza m&aacute;s por su practicidad, el cintur&oacute;n ancho tiene una personalidad propia. Sobre prendas rectas o un conjunto que no brille lo suficiente, crea un incre&iacute;ble efecto de relieve.

De pa&ntilde;uelo: &iquest;qui&eacute;n dijo que los pa&ntilde;uelos s&oacute;lo se llevaban alrededor del cuello? Una tendencia muy de moda especialmente en el verano. Es original y tiene estilo. Tambi&eacute;n se puede optar por una corbata o un cord&oacute;n de color.
Trenzado: tiene la ventaja de no tener muescas, por lo que se puede abrochar en cualquier punto de la trenza para que se ajuste perfectamente a la cintura.
De cadena: popularizado por Coc&oacute; Chanel y sublimado por Yves Saint Laurent, el cintur&oacute;n cadena se lleva como una pieza de bisuter&iacute;a alrededor de la cintura y sobre la cadera. Es uno de esos cinturones llamados "in&uacute;tiles" cuya finalidad es puramente est&eacute;tica.
Cors&eacute;: muy femenino y una aut&eacute;ntica arma de seducci&oacute;n. Este cintur&oacute;n ancho suele estar hecho de un material flexible que se amolda a la forma de la cintura justo por debajo del busto proyectando una cintura de avispa que lo enfatiza y realza las curvas. Un estilo perfecto con una pollera l&aacute;piz.

El cinturón, acessorio intemporal

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