Lo que comenz&oacute; de manera espont&aacute;nea hace m&aacute;s de cinco a&ntilde;os, se transform&oacute; en una marca de moda con identidad y renombre. As&iacute; es KAPURA, de Flor Baertl, que con materiales de primera categor&iacute;a y dise&ntilde;o consciente est&aacute; lista para darnos la bienvenida a su universo personal.&nbsp;

<h6 style="text-align: center;">Fot&oacute;grafo: Alonso Contreras. Direcci&oacute;n de Arte: Mauricio Fedes. MUA: Paulina Estay.</h6>

Como cualquier persona emprendedora entender&aacute;, <a href="https://www.instagram.com/flor_baertl/">Flor Baertl</a> habla de <a href="https://www.instagram.com/kapuraoficial/">KAPURA</a> con muchas analog&iacute;as sobre maternidad. Aunque tiene tres hijos propios, es inevitable hablar del crecimiento y evoluci&oacute;n de su marca de indumentaria, fundada en 2018, como si se tratara de un cuarto.&nbsp;
De padres peruanos y psic&oacute;loga de profesi&oacute;n, Baertl se embarc&oacute; hace m&aacute;s de cinco a&ntilde;os en el desaf&iacute;o de crear prendas de vestir donde la materialidad y la confecci&oacute;n fueran protagonistas. Si bien sus primeras incursiones fueron con cuero, pronto los tejidos e hilos fueron abri&eacute;ndose terreno en un cat&aacute;logo que, actualmente, incluye chalecos de lana de alpaca, sastrer&iacute;a y denim. La conexi&oacute;n con la naturaleza se respira hasta en los detalles, desde la paleta de colores y exclusivas texturas de cada colecci&oacute;n hasta las locaciones al aire libre que seleccionan como escenario para sus campa&ntilde;as.&nbsp;
Pero aunque su esencia, basada en la m&aacute;s alta calidad de los materiales y el dise&ntilde;o, haya estado definida desde el d&iacute;a uno, ya era hora de que KAPURA tuviera su coming of age. &ldquo;Esta guag&uuml;ita, que era chiquitita, ahora se volvi&oacute; adolescente y esta mam&aacute; se encontr&oacute; con que ya no le hac&iacute;a sentido&rdquo;, explica Baertl acerca del reciente proceso de reinvenci&oacute;n que est&aacute; llevando a cabo la marca. &ldquo;Necesitaba otra ropa y un trato m&aacute;s maduro. Y ahora viene ese momento en que todo este trabajo y sacrificio nos da la posibilidad de invertir en esta evoluci&oacute;n que estamos viendo nacer&rdquo;. El &ldquo;n&uacute;cleo familiar&rdquo; de KAPURA creci&oacute;, dando paso a nuevos creativos que se integran al equipo y generan un di&aacute;logo que, seg&uacute;n Baertl, la nutre e incentiva a cuestionar m&aacute;s, proponer m&aacute;s, atreverse m&aacute;s.&nbsp;

As&iacute;, la &uacute;ltima colecci&oacute;n no solo trae consigo un logo rejuvenecido y reci&eacute;n estrenado, sino que tambi&eacute;n presenta una modernizaci&oacute;n est&eacute;tica que se aprecia en la campa&ntilde;a de invierno: sin abandonar el esp&iacute;ritu buc&oacute;lico de siempre, el estilo se desenvuelve en un entorno decididamente urbano. &ldquo;Sent&iacute;amos que faltaba representar a esa mujer que, independiente de que s&iacute; tenga conexi&oacute;n con el origen, est&aacute; pasando el invierno en la ciudad y es capaz de ver belleza donde quiera que est&eacute;&rdquo;, se&ntilde;ala Baertl.&nbsp;
El new look de KAPURA viene de la mano con otro hito fundamental en su historia: el sue&ntilde;o de la tienda propia. A pocos d&iacute;as de su apertura en el tercer piso de CasaCostanera en Santiago, la creadora asegura que concibi&oacute; el espacio como una extensi&oacute;n de la identidad de la marca. &ldquo;Para m&iacute;, la tienda f&iacute;sica viene a ser el universo KAPURA. Por fin van a poder entrar a nuestra casa y conocer nuestro origen&rdquo;, dice. &ldquo;Antes era algo que hab&iacute;a que transmitir desde otras partes &ndash;el packaging, la ropa en s&iacute;&ndash;, pero no pod&iacute;amos todav&iacute;a armar este lugar donde vas a poder entrar y respirar la marca, donde todo el relato es en el mismo idioma&rdquo;.&nbsp;
Sus est&aacute;ndares autoimpuestos son alt&iacute;simos, y es que Baertl entiende que cada pieza importa. El &eacute;nfasis, despu&eacute;s de todo, siempre ha estado en la calidad, desde el proceso hasta el resultado final. &ldquo;La mujer KAPURA, la que elige esta prenda, tiene una sensibilidad especial&rdquo;, sentencia. &ldquo;Quienes est&aacute;n dispuestas a pagar son personas que tienen la capacidad de entender el proceso que hay detr&aacute;s, lo que siente el cuerpo con un chaleco de alpaca puesto, de la importancia de hacer algo duradero, del poder trasladarte con una sensaci&oacute;n&hellip; Hay una consciencia que se ha ido educando, porque no es un mercado f&aacute;cil. Trabajamos al mismo nivel de marcas de lujo, con los mismos proveedores de Saint Laurent, de Ulla Johnson&hellip; Es un producto muy cuidado en todos sus aspectos, y lo que vas a recibir en la tienda es tambi&eacute;n muy cuidado&rdquo;. Y concluye: &ldquo;Se trata de vivir una experiencia que valga la pena&rdquo;.&nbsp;

Flor Baertl, casa propia

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