Doble click a los datos de tu salud
Un proceso tan repetitivo, normal y cotidiano en la vida de las mujeres como el ciclo menstrual fue mirado con otra perspectiva por un estudio especializado que lideró Apple y la Universidad de Harvard. Los primeros hallazgos dejan entrar la luz sobre áreas donde la investigación estaba al debe.
Imaginemos que la salud de las personas pudiese ser monitoreada a tal punto que le permitiera a un país saber quién se va a enfermar y cómo podría ser prevenido. Parece ciencia ficción, pero no estamos tan lejos de una realidad como esa.
Este mes de marzo, en sintonía con la conmemoración del 8M, la empresa Apple dio a conocer un estudio sobre la salud de la mujer en el que la información de base fue aportada voluntariamente por estadounidenses que compartieron los datos de salud guardados en sus aparatos Iphone y Apple Watch. En particular se trató de la data relacionada con sus ciclos menstruales, un evento completamente natural que, sin embargo, muchos especialistas coinciden en describir como no suficientemente investigado. Cuando las usuarias se toman el tiempo de guardar detalles como la aparición y duración del periodo, los síntomas típicos asociados y otros que solo hace poco tiempo se sabe que están vinculados a cambios hormonales, esta información no solo queda registrada para predecir los días de ovulación y la ventana de fertilidad, que para la usuaria son sin duda útiles, sino que después de algún tiempo, permite a la aplicación de salud mostrar patrones que pueden ser leídos por los médicos tratantes.
En un mundo hiperestimulado y de ritmo acelerado, donde miles de mujeres suelen postergar sus controles médicos, el estudio de Apple, realizado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS), fue una oportunidad de analizar la salud de personas muy diversas en cuanto a etnias y edades. El objetivo era generar avances en la comprensión del ciclo menstrual y en cómo se relaciona con distintas complicaciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), la infertilidad y la transición a la menopausia.
En los resultados preliminares luego de analizar la información entregada por más de 50.000 participantes, los científicos detectaron, por ejemplo, que el 12% de estas personas informaron tener SOP diagnosticado y que estas eran cuatro veces más propensos a sufrir hiperplasia endometrial, un signo precanceroso en el útero. También eran 2,5 veces más propensas a desarrollar cáncer de útero.
Además se descubrió que el 5,7% de las participantes esperaron cinco o más años luego de su primer periodo para que su ciclo se regularizara. Las participantes de este grupo eran dos veces más propensas a sufrir hiperplasia endometrial y más de 3,5 veces más propensas a desarrollar cáncer uterino, en comparación con aquellas que informaron que sus ciclos se regularizaron en menos de un año.
Con información como esta se puede profundizar en lo que a primera vista parecen sutilezas, molestias o datos sin mayor importancia, pero en una segunda mirada es posible descubrir que están relacionadas con enfermedades. En un control médico se puede mostrar al especialista un abanico de datos, donde aparecen en gráficos las irregularidades, síntomas asociados y la recurrencia de estos. “Este análisis resalta la importancia de que las personas avisen a un profesional de la salud que están experimentando cambios persistentes en el periodo a lo largo de varios meses. Con el tiempo, esperamos que nuestra investigación pueda dar por resultado nuevas estrategias para reducir el riesgo de sufrir enfermedades y mejorar la salud en todos los momentos de la vida”, dijo la doctora Shruthi Mahalingaiah, profesora asistente de la cátedra de Salud de la Mujer y Salud Reproductiva Ambiental en la Escuela Chan de Harvard y coinvestigadora principal del estudio de Apple sobre la salud de la mujer.